El ahorro energético es una práctica que se ha venido promoviendo intensivamente desde hace unos años. Sabemos que el consumo irracional de energías ha provocado un desequilibrio ambiental que nos ha llevado a poner en riesgo la continuidad de la humanidad en la tierra.
En la búsqueda de la eficiencia en el consumo de energía en casa, llegan las chimeneas eléctricas de bajo consumo y se convierten en la mejor opción para calentar espacios que no pueden valerse de otros mecanismos de calefacción, bien sea por motivos de espacio o de seguridad.
Existe un coste asociado a su uso, no podemos decir que el uso de la chimenea eléctrica sea barato, pero sí tiene ventajas operativas frente a otras tecnologías.
En el caso particular de las chimeneas que funcionan con electricidad, podemos darle dos usos que son independientes y que suponen beneficios distintos, no solo en cuanto al consumo energético, sino funcional. Estos dos usos son: como decoración y como fuente de calor. Veamos primero el consumo asociado con la decoración.
Tecnología LED en Chimeneas
En la actualidad, las chimeneas eléctricas, como es el caso de la marca Chemin’arte, funcionan con un sistema de luces de tecnología LED. Esta tecnología es de bajo consumo energético y solo se usa para iluminación.
El consumo de energía de todo el sistema de luces de una chimenea es comparable con el de una bombilla, por lo que no hay duda de que es un ahorro importante. Lo que se gana a cambio de la inversión en energía es un destacable centro de decoración que nos brinda la visual de una chimenea tradicional.
Evidentemente, al tener un uso meramente decorativo, la energía usada se puede reducir mucho más si solo mantenemos encendido el aparato cuando estamos en casa.
Otra ventaja de la tecnología LED asociada al consumo energético es que su vida útil es muy larga y, a diferencia de los sistemas de iluminación tradicionales, las bombillas no se funden, sino que pierden luminiscencia; a la hora de desecharlas son 100% reciclaje, por lo que no se consume energía para su disposición como desecho.
Comparaciones con otros sistemas de calefacción
El ahorro en luces de una chimenea eléctrica es evidente, pero cuando hablamos de la función de calefacción, el enfoque cambia.
Una chimenea eléctrica no es la opción más barata para mantener una casa a la temperatura ideal, pero puede serlo si sabemos como usarla en los momentos en que la necesitamos.
Aun así, la eficiencia del sistema eléctrico con el cual funciona es innegable. La mayor cantidad de energía que se usa se convierte en calor, por lo que se considera que es un sistema sin pérdidas.
Si comparamos el coste de la electricidad con otros tipos de energías usadas en calefacción, notaremos que es una buena opción, pues los biocombustibles son muy costosos y la generación con leñas es ineficiente.
Chimeneas tradicionales
En este caso, casi el 80% del calor que se genera se pierde en el sistema. La generación de humo es evidencia de esta pérdida y esto sin mencionar que, en muchos edificios, es imposible instalar la ventilación de las chimeneas y que es potencialmente peligroso tener encendida una fuente de fuego directo.
Chimeneas de bioetanol
En este caso, la eficiencia energética es completa, es decir, del 100% de la energía que se usa, el 100% se convierte en calor. La gran desventaja de este sistema es que el precio del gas suele ser hasta tres veces mayor que el precio de la electricidad, aunque se debe considerar que el consumo de uno con respecto al otro es menor.
Adicional a esto, debemos considerar los riesgos asociados a la emisión de gases en espacios cerrados, que, en el caso de las chimeneas a gas, son muchos.
Radiadores convencionales
En la mayoría de los casos, son sistemas que funcionan con electricidad, pero que no gozan con el impacto visual de una chimenea.
Importancia del bajo consumo energético
No es un secreto que necesitamos, por obligación y por consciencia, disminuir nuestro consumo de energía. Las chimeneas eléctricas nos brindan la oportunidad de mantener un bajo consumo si sabemos como aprovecharlas.
La mejor medida para el bajo consumo es la concienciación y la racionalización de los recursos, por tanto, sigue disfrutando del efecto visual de las chimeneas eléctricas, pero aprende a usar su calefacción solo cuando sea necesario.